Iluminados
e instruidos
Desde Place Ville Marie salimos a la Avenue McGill College,
una calle que se dirige hacia el norte, hacia Mount Royal y la Université
McGill, siendo esta avenida una mezcla de centro financiero y comercial.
A nuestra derecha el
esbelto edificio de 1501 McGill College,
construido en 1992, con 158 m de altura. Hasta el momento nuestra visión de
este edificio siempre había sido parcial, de su curioso remate en forma piramidal y por fin podemos ver su torre completa, que presenta "pliegues" como si fueran doblando sus lados para acabar formando la pirámide.
Frente a él se alza la
mencionada Bell Media Tower o Place
Montréal Trust, con 134 m de altura, que fue construido en 1988, y que aloja en
su parte de menor altura un centro comercial, conectado a la ciudad subterránea.
Curiosamente no tenemos fotos del edificio completas ni en solitario pero sí tenemos de su
reflejo en la cercana BNP/Laurentian Bank Tower, que ciertamente hasta queda
más bonito.
Entramos al centro
comercial a curiosear, y también para refrescarnos tanto con líquido como con
aire acondicionado. En su interior destaca el atrio de cinco pisos, en el que
hay instalada una fuente que supuestamente lanza el agua a 30 m de altura, pero
a mí me parece exagerado, aunque cierto es que el agua no estaba siendo lanzada
con potencia.
En el atrio se coloca un gran árbol de Navidad, con lo que con él y
las luces decorativas tiene que presentar un bonito aspecto.
Frente a la Bell
Media Tower y junto al 1501 McGill College hay otro centro comercial, el Centre Eaton, que por supuesto también
está conectado a la ciudad subterránea.
Lo que nos vuelve a
mostrar el centro no son sus tiendas, sino la pasión por la luz en la
arquitectura que se ve en la ciudad; luz y agua son dos elementos siempre
presentes, y es que cuando se pasan seis meses sino en la oscuridad con días
con poca luz y con temperaturas bajo cero, es un valor importante.
Desde el atrio del
centro se tiene una visión particular del edificio Place Ville Marie, por lo
que, aparte de la fuente, que no nos ha impresionado, encontramos una razón más para visitarle.
Desde el cruce de Rue
McGill con Boulevard de Maisonneuve se obtiene una visión más completa de la Tour KPMG, que nos ha parece que ha cambiado su tonalidad
con el atardecer, aunque también podría ser que la luz y la distancia nos distorsionaran su color.
En Rue McGill College
se encuentra el bonito edificio acristalado azul de la BNP/Laurentian Bank, con sus ángulos que parecen curvas por la
fragilidad y suavidad con los que se perciben. Fue construido en 1981.
A la entrada del
edificio la sorprendente, blanca-cremosa y luminosa escultura del británico
Raymond Mason, La multitud iluminada.
La escultura es
totalmente atrayente, no sólo por su luminosidad, sino principalmente por las
figuras que la componen. La razón de esta escultura: una multitud se ha reunido
frente a una luz, provocada por un fuego, un hecho, una ideología; esta luz
proyecta sombras y se desplaza a la parte posterior, lo que provoca alegría,
alboroto, desorden, miedo, irritación, enfermedad, violencia, asesinato y
muerte, mostrando la fragilidad del ser humano; así es como fluyen las
emociones del hombre a través del espacio. Resulta desconcertante verla y leer
su intención aún más.
Frente al edificio de
la BNP La Tour L’Industrielle.
Estamos muy cerca del
hotel pero tiramos de las pocas fuerzas que nos quedan para girar por la Rue
Sherbrooke Ouest en busca de dos edificios más, así esta zona quedará completa
(como siempre quedan lagunas, pero el recorrido ha sido muy completo y mejor de
lo que me esperaba al comenzar por la mañana) y en la esquina de ambas calles nos topamos con
una escultura muy estudiantil: un joven con un portátil sentado en un banco.
El edificio de 1000 Sherbrooke Ouest fue construido en
1974 con 128 m de altura. A su lado, por detrás, la Tour Scotia, construido en 1990,
también de 128 m de altura.
Encaminamos nuestros
pasos al hotel, ya es hora de descansar nuestros cuerpos y sobre todo los pies,
pero antes hacemos una visita a la Université
McGill, ya que nos pilla de camino.
La universidad es la
más antigua de Canadá, fundada en 1821 en unos terrenos donados por el peletero
(¡claro, el comercio de pieles tan lucrativo!) de origen escocés James McGill,
cuya estatua se encuentra en el campus verde (parece realmente que se le fuera
a volar el sombrero).
La universidad es
famosa por sus facultades de Medicina e Ingeniería, y entre sus alumnos cuenta
con seis Premios Nobel, dos Primeros Ministros de Canadá y ¡William Shatner!,
el actor que encarnó al capitán Kirk en la saga de Star Trek (el cine nos persigue inexorablemente).
La estructura más
antigua de la universidad es el edificio Arts Building,
que data de 1839, aunque ha sido bastante modificado, manteniendo su cúpula, la que nos produce la sensación de observatorio.
Los edificios de la
universidad son de estilo neogótico en su mayoría.
Curioso nos resulta
el lugar para aparcar las bicis, creo que hasta el momento no lo hemos visto en
vertical en ninguna ciudad.
Dicen que el edificio
más bonito del campus es el Redpath
Museum of Natural History, uno de los museos más antiguos de Canadá. El museo
contiene una de las colecciones más excéntricas, con fósiles, arte africano,
momias egipcias, monedas romanas y una cabeza reducida.
En el exterior del museo hay un jardín geológico, realizado con las donaciones de los alumnos
de 2005 y de los Amigos del Museo (ya que no entramos por voluntad nos ofrecen una pequeña muestra).
Desde la Universidad
se tienen vistas del campus, que supongo colapsado en época estudiantil, y de la ciudad.
Emprendemos el camino
hacia el hotel por Rue Sherbrooke, donde se encuentra el Musée McCord, un homenaje al coleccionista (y abogado) David
McCord, que compraba todo lo que tuviera que ver con la vida en Canadá, desde
libros a fotografías, joyas, muebles, ropa, documentos, pinturas, juguetes,
cerámica…En 1919 donó su colección a la Universidad McGill para que las
expusiera en un museo.
El mapa del último paseo del primer día en la ciudad, que nos ha ido sorprendiendo y gustando calle a calle, rincón a rincón, edificio tras edificio.
Recorrido a fondo por Montreal, se ve una ciudad tranquila y agradable. Y con una variada y bonita arquitectura según los barrios vistos hasta el momento.
ResponderEliminarComo siempre fotos de primera calidad y comentarios amplios con detalles a tener en cuenta.
Gracias guapa.
Gracias Enrique por tu seguimiento y comentario. La parte "moderna" de Montréal fue un descubrimiento y nos gustó mucho; tranquila en su justa medida, porque habia zonas que se notaba que allí había "movida", pero aún así, parecía que era de la movida que apetecía tener.
ResponderEliminarEn las siguientes entregas nos tocará pasear por el Viejo Montréal.