En Smithfield Village se encuentra The
Old Jameson Distillery, donde se destilaba el whiskey Jameson desde 1791 hasta
1966, año en que la fábrica cambio su ubicación y el antiguo edificio se ha convertido en museo. Dada la bonita experiencia de la
Guinness Storehouse decidimos adentrarnos en el mundo Jameson también. En esta ocasión la
visita es guiada y comenzará en unos 20 minutos, en los que cotilleamos en la
tienda de souvenirs y poco más. A la entrada un alambique, para destilar litros
a granel.
En la fotografía se puede ver la torre de la destilería, que ahora es un mirador, Chief O'Neill's Chimney Viewing Tower, pero a la salida de Jameson ya era de noche y pocas vistas tendríamos, posiblemente la ciudad iluminada, el río con sus puentes, tenga mucho encanto pero mejor combinarlo con una vista diurna, con lo que fue otro de los lugares pendientes en la capital irlandesa.
En la fotografía se puede ver la torre de la destilería, que ahora es un mirador, Chief O'Neill's Chimney Viewing Tower, pero a la salida de Jameson ya era de noche y pocas vistas tendríamos, posiblemente la ciudad iluminada, el río con sus puentes, tenga mucho encanto pero mejor combinarlo con una vista diurna, con lo que fue otro de los lugares pendientes en la capital irlandesa.
Ya adelanto que la visita no nos pareció tan
interesante como lo fue a la fábrica de cerveza Guinness, ni por la guía (en esta ocasion no nos dieron audioguía en castellano) que no
la entendemos casi nada, ni por lo que vemos, nos resultó como una mala copia de
Guinness, aunque tiene salas interesantes en las que conocer el proceso de
fabricación. Para no ser completamente injustos achaquemos al idioma y al cansancio del día parte de esta sensación ingrata, y sobre todo a un detalle que no nos gustó nada de nada y que conoceremos más adelante.
La principal diferencia entre el whiskey
irlandés y el whisky escocés (aparte de su obvia escritura) es que el primero se
destila tres veces y el segundo solo una, y que en el primero la cebada se seca
al aire libre y en el segundo se ahúma con turba.
Los barriles que se utilizan para la
maduración del whiskey irlandés proceden de los destilados sherrys españoles en una buena parte.
No tomé notas mentales ni físicas (letras) del proceso de elaboración, en el que me perdí en varias ocasiones, con lo que no puedo contaros más, y aseguro que hay mucho más que contar y conocer. Por ello van unas fotografías de la fábrica, con música, el título del post, Whiskey in the jar por The Dubliners.
La visita termina con una degustación, en
la que nos decantamos por el whiskey con ginger ale, y por el detalle que he mencionado que no nos
gustó nada. En la primera sala de la visita donde exhibían un video, pidieron
unos valientes pero no entendimos bien la finalidad, para ser respetuosos nos pareció que levantar la mano sin saber
para qué era y dado el nivel de inglés no parecía lo más conveniente, el caso
es que fue para realizar una cata de whiskys y whiskeys para ver sus
diferencias, que podría haber estado interesante. Suspenso total en esta
ocasión para Jameson, queda mejor hacer grupos más pequeños de visitas con
derechos a catas comparativas todos los que quieran, que el precio de la
entrada creo que da para ello. O al menos la posibilidad de elección entre la
cata comparativa o la pequeña copa de whiskey, que es posible que no todos beban whiskey o whisky.
Salimos de la fábrica algo desilusionados y no volvemos a pasar por la tienda de souvenirs para comprar un recuerdo, que no fuera una botella de whiskey.
Situación de la destilería Jameson:
No hay comentarios:
Publicar un comentario