Curiosidad
granadina
Estamos teniendo un
descontrol con la organización del paseo, primero condicionado por los
horarios, luego con sus obras, y finalmente por decisiones mías de última hora,
con lo que tenemos que volver sobre nuestros pasos para rematar algunos lugares
que hemos dejado pendientes y que en el último momento pensé que sería conveniente
acercarnos para intentar dejar las menos lagunas posibles por esta zona, así
que esto es como pasear en círculos concéntricos o la cuadratura del círculo.
En la Alameda, bajando desde nos encontramos, al lado del Club de la Unión, se encuentra la torre de comunicaciones
Entel, de 127,35 m de altura y 19 pisos, a la que ya pudimos ver desde la
Universidad de Chile, es como un faro en la Alameda, desde la que en Fin de Año hay fuegos artificiales.
La torre fue
construida en 1974, fecha en la que fue la estructura arquitectónica más alta
del país. Está diseñada para resistir terremotos de hasta 8 grados en la escala
de Richter, como ocurrió en el reciente sismo de 2010.
En su piso superior
hay una terraza con vistas, pero nosotros no hicimos el intento de subir en
ninguna ocasión, teníamos otros planes “visionarios”, como al Cerro de Santa Lucía y al Cerro San Cristóbal.
A esta altura de la Alameda, en el centro del paseo se sitúa la estatua de José de San Martín, argentino que con sus tropas revolucionarias ayudó a la independencia de Chile.
Desde la plaza de la Constitución caminamos hasta llegar al peatonal paseo
Huérfanos, que a estas horas dominicales está tranquilo, realmente el
centro, aparte de la concurrida plaza de Armas y alrededores más cercanos, ha
estado siempre poco lleno de gente.
El paseo Huérfanos
fue peatonalizado al tiempo que el paseo Ahumada, en 1977, con el cierre de
doce manzanas a los vehículos.
Continuamos por la
calle Teatinos para salir a la calle
Compañía de Jesús, donde aparece un callejón o pasaje que comunica ambas
calles, y que se nos asemeja en sus edificios al fondo con sus arcos a los
callejones venecianos, sólo faltan los canales, porque la vejez y descuido se
puede encontrar en ambos.
En esta calle
buscamos, y encontramos, el extraño Palacio
de la Alhambra, iniciada su construcción en la década de 1860 como una
copia en miniatura del increíble y maravilloso palacio mudéjar de Granada.
Independientemente
del estupor que pueda causar, lo inconcebible es su estado de abandono, la poca
–más bien inexistente- conservación de su fachada, la contaminación que la ha ennegrecido, siendo lo peor la mancha de
pintura rosa (vale que es pequeña pero muy molesta) y las pintadas laterales; aunque por la pancarta de su exterior
parece que afortunadamente va a ser rehabilitada.
El edificio fue
diseñado por el arquitecto Manuel Aldunate para un propietario de una mina de
plata, que además era militar y político, Francisco Ossa Mercado. Aldunate viajó
a España para tomar notas sobre el edificio original y poder realizar esta
réplica.
Cuando Francisco Ossa
Mercado murió, el edificio fue adquirido por un millonario y filántropo
chileno, Julio Garrido Falcón, que donó el edificio a la Sociedad Nacional de
Bellas Artes en 1940. Actualmente parece que albergaba una galería de arte, por
lo menos eso es lo que anunciaba una placa en el exterior.
En su interior, que
no podemos ver, por supuesto alberga una copia de la maravillosa fuente de los
leones de la Alhambra granadina.
Me abstengo de poner
fotos comparativas de la formidable Alhambra, no sería de recibo.
En este sinsentido
arquitectónico de Santiago, siempre aparecen edificios que nos sorprenden, nos
gustan, y nos van haciendo sentir un cariño especial por la ciudad, al tiempo
que un deseo de que todos pudieran presentar este bonito aspecto. Este se
encuentra frente a la copia de la Alhambra.
En la esquina de las
calles Compañía de Jesús y Teatinos, un edificio art decó que alberga el Tribunal Calificador de Elecciones,
dedicado a este menester, estudiar y resolver las reclamaciones del proceso
electoral, que pronto tendrá trabajo por delante.
Continuando por la
calle Compañía de Jesús en dirección a la plaza de Armas si nos encontramos la
grata sorpresa de una rehabilitación, la de la llamada Casa Gallo, o ex Casa Goycolea, construida a finales del siglo XIX.
Frente a esta casa, el
palacio Larraín Zañartu, construido
en 1872 por el arquitecto francés Lucien Hénault, que alojó la sede del periódico
El Mercurio hasta 1985, fecha en la
que fue demolido tras el terremoto de ese año. Actualmente alberga un centro
comercial con tiendas y restaurantes, Espacio
M.
Solo se conserva la
espectacular fachada ya que el interior entre el abandono y los terremotos de
1985 y de 2010 quedó en bastante mal estado, pero han hecho un buen guiño al
pasado dejando un pasillo con los muros antiguos, para que de algún modo las
piedras hablen. Una pena no tener el suficiente tiempo para abarcar todo lo que
Santiago nos ofrece de manera sorpresiva.
En el siguiente tramo
de la calle Compañía de Jesús, a nuestra derecha y en obras de rehabilitación,
por lo que sólo asoma parte del edificio, el palacio de los Tribunales de Justicia, construido entre los años
1905 y 1930 con elementos neoclásicos y grecorromanos, que ocupa una extensión
de 4.000 m2. En 1818 se reunió aquí la primera asamblea del Gobierno
nacional e independiente.
Sobre la entrada, un
frontón con la imagen de un cóndor que sujeta entre sus garras un libro abierto con la palabra Lex escrita en sus páginas.
A nuestra izquierda,
ocupando todo el espacio entre las calles Compañía de Jesús y Catedral, y
Morandé y Bandera, el edificio y los jardines del Ex Congreso Nacional, que albergó las dos cámaras del Congreso
desde 1876 hasta 1973. El terreno donde se construyó, entre 1858 y 1876,
largo periodo por sufrir diversos retrasos por falta de recursos, pertenecía a la Compañía de
Jesús, y pasó por manos de diferentes arquitectos, comenzando con Lucien
Hénault.
Esta es la fachada a
la calle Morande.
Tras el golpe militar de 1973 el edificio se utilizó como Ministerio de Justicia.
Con el regreso de la democracia en 1990 albergó hasta 2006 la Cancillería o
Ministerio de Relaciones Exteriores, fecha en la cambia de sede y vuelve a
manos de las cámaras, pero sólo como oficinas y biblioteca, ya que las cámaras
por motivos de descentralización fueron trasladadas a Valparaíso.
La fachada más
espectacular, con columnas corintias similares a las del Panteón de Roma (bueeeeno, es un decir de las guías, yo no creo que tenga nada que ver con el increíble Panteón y sus increíbles columnas, pero estilo clásico si que tiene), da a
la calle Bandera, y a unos bonitos jardines con plantas exóticas, en el terreno
donde se encontraba la iglesia de la Compañía de Jesús hasta diciembre de 1863,
aunque la compañía había sido expulsada del país en 1766. Tanto por tiempo como
precisamente por esos árboles inmensos es por lo que no hacemos el rodeo
completo al edificio, sospechamos que por mucho que queramos no tendremos una
visión completa del mismo, aunque siempre nos quedará la duda.
La imagen blanca de la
Virgen que se ve en el jardín se colocó en memoria de las 2.000 personas que
murieron en un incendio que se produjo en la iglesia el 8 de diciembre de 1863 cuando
participaban en misa.
Haciendo esquina
entre las calles Compañía de Jesús y Bandera un edificio saca nuestra sonrisa y
nuestra risa, y es que en Chile se puede decir en voz alta sin ningún pudor:
¡Quiero que me toque la polla! Y es que la polla chilena de beneficencia es la
lotería, más concretamente la empresa estatal que gestiona los juegos de azar.
Frente a este
edificio de lotería se encuentra el que suponemos maravilloso Museo Chileno de Arte Precolombino, que
lo tenía como uno de los visitables, pero está sufriendo una profunda
restauración y está cerrado. Ocupa el antiguo Palacio de la Aduana.
Pegada a la fachada
del museo vemos una entrada a la biblioteca del museo, que sigue abierta, pero
curiosamente al lado tiene un local destinado a ¡cine para adultos!
Llegamos hasta la
plaza de Armas y tomamos la calle Puente porque cuando pasamos por
allí en busco de sellos en la fachada del edificio de Correo Central nos llamó la atención un edificio rojo que no sabíamos a que correspondía,
y que aloja a uno de los Cuerpos de
Bomberos de la ciudad.
Un dato que realmente
nos desconcertó es que el Cuerpo de Bomberos en Chile está formado por
voluntarios, siendo formado en su origen en 1863 por vecinos, tras el tremendo
incendio de la iglesia de la Compañía de Jesús ante la falta de existencia de
este cuerpo y de efectivos necesarios para sofocar el fuego. Más adelante en
nuestro viaje tendremos la ocasión de conocer a uno de estos voluntarios, nuestro guía en la Región de los Lagos, que nos contó algo de la historia de este cuerpo de camino a Puerto Octay.
En la fachada del
edificio hay una placa con un texto de Rubén Darío, que vivió en Santiago y en
Valparaíso durante un tiempo.
En este último paseo
callejeo por Santiago en el que intentamos rematar edificios, aunque por la
hora ya sabemos que sus puertas estarán cerradas, más cuando es domingo, giramos
por la calle Santo Domingo para llegar hasta la iglesia de Santo Domingo, el cuarto templo construido en este solar
desde 1747, sufriendo el último incendio en 1963.
Continuamos por la
calle Santo Domingo hasta su cruce con la calle Enrique Mac Iver, donde nos
encontramos con la Casa de Velasco,
de la que no tenía referencias, aunque se ve claramente que es de estilo
colonial y de nuevo predomina el color rojizo en su fachada (gracias a la aportación de un lector, R. Rojas, la casona no tenía este estilo ni tampoco el color característico, adquiriendo ambos en una reforma y ampliación posterior). Fue construida en
el siglo XVII, y desde el 2001 hasta el 2012 fue ocupada por el Tribunal
Constitucional.
Giramos a la derecha
por la calle Enrique Mac Iver hasta llegar a la colorida Basílica de la Merced, siendo el templo alzado en 1760 tras la
destrucción de los anteriores por terremotos, el primero fue erigido en 1566.
En su interior se encuentran las tumbas del gobernador Rodrigo de Quiroga,
sucesor de Pedro de Valdivia, e Inés de Suárez, esposa del primero que fue amante
del segundo en primer lugar y que el segundo "la casó" con el primero (los adelantados morales de Chile); además Rodrigo de Quiroga no solo sucedió en el plano amoroso a Pedro de Valdivia, sino también en el cargo de gobernador.
En los restos del
claustro se aloja el Museo de la Merced, al que nos hubiera gustado entrar, y
como en el caso del convento de San Francisco, no solo por el arte que
aloja, sino por el propio claustro, pero no comprobamos los horarios a primera
hora de la mañana (los horarios de internet aunque sean los oficiales no siempre resultan ser los que vemos) para no dar más vueltas de las que ya estábamos dando y por
una cuestión de elección.
Frente a la entrada
principal de la iglesia hay un grupo escultórico llamado La Caridad, obra de Drivier de 1932 que no tiene relación directa
con los mercedarios, está dedicada a Antonia Salas, a la que se la llamaba El
ángel de la caridad.
El paseo en dos mapas, para que se puedan ver los lugares por los que pasamos, ya que si lo reduzco algunos no salen.
Excelente galería; me parece haber leido, o escuchado, que la casa Velasco Almarza no es genuinamente colonial, sino un edificio posterior, que fue refaccionado en ese estilo.
ResponderEliminarGracias R. Rojas por tu visita y tu aportación sobre la Casa Velasco.
ResponderEliminar