Parque de tumbas
Cerca del estanque Anapji, aunque escribir cerca en Corea -ya sea en ciudad o escenario natural- suele
ir acompañado de una interesante caminata que nosotros hacemos en coche viendo
la plantación de loto por la que se puede pasear y casi esconderse por la
altura de las plantas, se encuentra Tumuli
Park (1.000 W; mirar mapa).
Tumuli Park se encuentra en el centro de la ciudad, en teoría enfrente
del Ayuntamiento, pero sinceramente no recuerdo el edificio, que lo veríamos a
la salida con toda seguridad, porque la entrada creo recordar que la hicimos más por el campo que
por la ciudad.
El parque contiene 30 de las más de 200 tumbas reales y de funcionarios
de la dinastía Shilla que hay en ciudad, y más que tener la sensación de estar
paseando por un cementerio se tiene la agradable sensación de estar en un
parque realmente.
Las tumbas se encuentran dispersas por la zona de
Hwangnam-dong (entrada libre) y en el recinto de Daeneungwon, recinto en el que
entramos nosotros. La altura y el tamaño de las tumbas es variable.
En este parque de Daeneungwon se encuentra la tumba Hwangnamdaechong, una tumba doble
excavada en 1973 posiblemente para el rey Soji y su esposa alrededor del año
500, con una longitud de norte a sur de 120 m y de este a oeste de 80 m, siendo
su altura de 23 m, medidas que la convierten en la más grande del parque.
En su interior se encontraron más de 30.000 reliquias, como pendientes,
cuentas de vidrio y una corona de oro, principalmente en la cámara de la reina.
¿Parece esto una tumba?
Cheonmachong, la Tumba del Caballo Celestial, fue excavada en 1973, tiene un
diámetro de 47 m, una circunferencia de 157 m y una altura de 12,7 m y se cree
que es la tumba de un rey de la dinastía Shilla, datándose en los siglos V o
VI.
La particularidad de Cheonmachong es que se puede visitar.
En el interior no se pueden hacer fotos. A través de un cristal se puede
observar la curiosa disposición de la tumba y el ataúd, así como su
arquitectura. De este a oeste hay una cámara cubierta de láminas de madera, que
a su vez está cubierta por un montículo de piedra y tierra; en esta cámara se
sitúa un ataúd de madera lacada en el suelo y un cofre de madera con objetos
como joyas, cuentas de vidrio, perlas, una espada, zapatos, siendo de gran
importancia un cinturón de 125 cm de largo, una vasija con cuerpo de dragón y cabeza
de tortuga, que seguramente era una lámpara, un gorro de oro y varias coronas.
En las excavaciones de 1973 aparecieron más de 11.500 objetos.
La cámara funeraria se colocó por encima del suelo para evitar las
filtraciones de agua subterránea. La persona se coloca dentro del ataúd con la
cabeza hacia el este, mostrando respeto al sol.
Este tipo de tumba intentaba preservarlas de los ladrones, hecho que
consiguieron, ya que se han descubierto intactos los tesoros de su interior que
ahora se exhiben en el Museo Nacional de Gyeongju (y supongo que en el Museo Nacional de Corea en Seúl se exhibirá una parte).
Fuente: trailofthelionking.com
Fuente: theburialcustomintheworld.blogspot.com
Uno de los objetos más valiosos que se encontraron en esta tumba en la
pintura de un caballo volador (Heavenly Horse), caballo que recibe el nombre de
Cheonma y por él la cueva se llama Cheonmachong. El caballo está pintado sobre
una corteza de abedul, con alas en sus patas, siendo una pintura rara de la
época de Shilla. Cada pata del caballo se muestra en dos posiciones diferentes,
lo que induce a pensar en un caballo de ocho patas, pero lo que se quiere
indicar con este número de patas es un movimiento rápido -más que un caballo
volador a mí me parece un precioso caballo de fuego-. La pintura se exhibe en el Museo Nacional de Corea de Seúl.
Fuente: art-and-archaelogy.com
Continuamos el paseo entre los túmulos, como si tal cosa, y es que este cementerio es muy diferente a los occidentales y hasta dan ganas de llevarse el picnic para pasar el día.
Mantener el aspecto uniforme de la hierba de los túmulos tiene que
requerir mucho trabajo cuidadoso. En otoño la hierba, lógicamente, pierde su
color, y son montículos marrones, acompañados de las tonalidades otoñales de
los árboles…dos épocas, dos visiones.
La tercera tumba identificada pertenece al rey Michu y recibe el nombre de Jukhyeonneung, la Tumba del Soldado de
Bambú o Michuwangneung. El rey Michu
(262-284) convirtió el reino en un país poderoso, defendiéndose de las
invasiones del reino Baekjae, reino que tras su muerte aprovechó para realizar un
ataque. El rey Michu además promovió la agricultura en el reino.
El nombre del Soldado de Bambú lo recibe porque
la leyenda habla de soldados con hojas de bambú en sus oídos (interrogación
exclamativa) que aparecen en la tumba para repeler a los invasores.
La tumba está rodeada por un muro que la rodea y nosotros nos quedamos
en su puerta cerrada; pero tengo dudas que no sea visible desde dentro del
parque por algún otro lado. Mide 56,7 m de circunferencia y 12,4 m de altura.
Casualidades de la vida, frente a esta puerta nos volvimos a encontrar con la pareja de españoles con los que coincidimos en el aeropuerto de Busan, a nuestra llegada a esta ciudad...Corea y el mundo tan grandes y tan pequeños.
Dese la tumba del rey Michu terminamos la visita de Tumuli Park, cuya salida (y supongo que
también entrada principal) está decorada con el caballo volador dorado.
El cielo comienza a llenarse de nubes negras cargadas de presagios de
lluvia, parece que la tregua de las nubes tras la hora de la comida ha terminado y nos tocará de nuevo ponernos a
remojo.
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