Sláinte Dublín!
Desde St Michan's Church bajamos por Church St hasta alcanzar la orilla
norte del río Liffey, Inns Quay, y caminamos por ella de camino al hotel, volvemos a
pasar por el edificio de Four Courts.
El edificio fue construido en 1796 por James Gandon y
fue prácticamente destruido 120 años después, durante la guerra civil
irlandesa, a causa del bombardeo ordenado por el Gobierno contra los rebeldes.
La adyacente Oficina del Registro Civil fue destrozada por el fuego, con la
documentación histórica y legal que se remontaba al siglo XII (y es que si las
guerras no entienden de vidas humanas poco van a entender de papeles
históricos). Hacia 1932 se restauraron los edificios
principales siguiendo los planos originales de James Gandon.
El Supreme Court de
Melbourne se construyó inspirado en este edificio dublinés.
Seguimos caminando por Inns Quay, pasamos
al lado del O’Donovan Rossa Bridge, desde el que se ve la Christ Church Cathedral.
A lo lejos se ve el edificio de Custom
House, lo hemos visto de lejos en varias ocasiones pero todavía no de cerca.
Caminamos por el siguiente quay, Ormong
Quay Upper, hasta el Graham Bridge, por el que cruzamos y entramos en la ya
conocida calle de Parliament St, donde se localiza el edificio Sunlight Chambers, es hora de hacer un alto para refrescarnos,
por si no nos habíamos quedado fríos en la cripta de St Michan's Church, y para una urgencia urinaria
(a punto de intoxicar el río si no paraba en algún lugar).
Entramos en el pub The Porter House, pub en el que no es típica la Guinness, ellos tienen sus
propias cervezas, entre ellas la Porter Red, que en realidad no es red, y
además un amplio surtido de cervezas de todo el mundo, incluso descubro una
vasca que no conocía, creo que su nombre era Pagoa.
El lugar es coqueto, todo de madera, entre
clásico y moderno; en varias de sus paredes una colección inmensa de botellas, de cerveza
por supuesto.
Al ir a pedir mi marido las cervezas, se
enrolla con el camarero, porque claro elegir sin conocer no está bien, así que
vuelve con una cata de tres cañas por 5€: una ale, la porter red y una stout
(tipo guinness). Me gustaron las tres y podríamos haber realizado otra ronda u otra cata diferente, pero no queríamos terminar como la noche anterior, por muy feliz que fuera.
Caminamos todo el Quay de la orilla sur hasta
llegar frente a Custom House, la antigua aduana de Dublín, construida en 1771
por James Galdon, con la suerte de encontrarla iluminada. El lugar sobre el que
se levanta señalaba el límite efectivo de la navegabilidad del río Liffey. A los nueve
años de su terminación, el Decreto de Unión de 1800 transfirió a Londres todos
los asuntos relacionados con aduanas e impuestos, dejando el edificio sin
finalidad alguna. En 1921, los partidarios del Sinn Féin celebraron su victoria
en las elecciones prendiendo fuego al edificio al considerarlo símbolo del
imperialismo británico, tardándose cinco días en sofocar el incendio. En 1926
comenzó su restauración, que no terminó hasta 1991, albergando actualmente
oficinas de la administración.
Su fachada presenta un pórtico dórico sobre
el que se sitúa el escudo de armas de Dublín y tiene como
decoración catorce cabezas que representan los ríos de Irlanda y el
Océano Atlántico, siendo una obra del escultor dublinés Edward Smyth; pero yo no soy capaz
de ver si están escritos los nombres y así por las caras no reconozco ningún
río, aparte de que sólo conozco los ríos de Dublín. En la fachada norte las
figuras simbolizan a Europa, África, América y Asia. La cúpula mide 38 m de
altura.
Cruzamos de nuevo el río para alcanzar la orilla sur del mismo, lo hacemos por el Butt Bridge
cuando ya va cayendo la noche; al fondo se divisa el puente ferroviario.
Vamos a Poolbeg St donde se encuentra un pub que tiene
la fama de servir una de la mejores Guinness de la ciudad, Mulligan´s. Nosotros
no pasamos a comprobarlo, hoy no toca una extra ronda de cervezas, pero como dato, en este
pub se rodó una escena de la película Mi pie izquierdo, yo me acerqué por si podía echar un
vistazo pero mi altura no me lo permitió.
El recorrido:
La última mañana que pasamos en Dublín
realizamos pocas visitas, que ya he ido contando por aquello de agrupar las
zonas y que quede más fácil y lógico a la hora de programar una visita en la ciudad. El
tiempo restante lo dedicamos a compras, por ejemplo un anillo de Claddagh, que
se entrega como símbolo de amistad o de amor; son dos manos (amistad)
sosteniendo un corazón (amor) y sobre ellas una corona (lealtad). Por supuesto
asociado a una leyenda que puede tener tintes históricos.
En el hotel nuestro transfer al aeropuerto ya nos está esperando, exceso de puntualidad irlandesa. En el trayecto entablamos una conversación con el chófer, muy simpático, y al llegar al
aeropuerto hasta bajó con nosotros para enseñarnos la cola de facturación rápida o la
cola donde no hay que facturar.
Al pasar el control de policía nos paran, algo en la maleta de mi marido es
sospechoso, y no es nuestra ropa sucia, se trata de un mechero souvenir que compramos en la Guinness Storehouse, yo sonrío y le digo a
mi marido: "The remember" (hablo como pienso,
aunque sea de coña), el policía sonríe y lo deja dentro de la maleta.
Hora de embarcar, con algo de retraso y de vuelta a casa, nuestra aventura
dublinesa toca su fin. Vuelo correcto nuevamente y llegada a Barajas con
normalidad.
¡¡Sláinte!! (¡Salud! en gaélico, vamos aprendiendo a brindar en más idiomas).
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