En el parque
Desde los Iveagh Gardens volvemos sobre nuestros pasos y entramos en
St Stephen's Green, un jardín de 9
Ha que en sus orígenes fue uno de los tres terrenos comunales de la ciudad, posteriormente utilizado como vertedero público, lugar de torturas y ejecuciones hasta que
se cercó en 1664.
El jardín se abrió al público gracias a Sir
Arthur Guinness que en 1880 lo adquirió y construyó los estanques antes de donarlo
a la ciudad.Sir Athur fue el fundador de la fábrica de cerveza Guinness, pudiendo visitarse en la ciudad la Guinnes Storehouse.
En el lago los cisnes desafían el agua
helada.
Lo primero que encontramos es un monumento
de Henry Moore dedicado al poeta irlandés Yeats, al que tuvimos la oportunidad de conocer mejor en la National Library y en el Dublin Writers Museum. Las curvas de las esculturas de Moore nos gustan, en general nos gustan todas sus esculturas, personalmente me provocan sensación de paz, de tranquilidad.
En el paseo por el parque vemos el típico
templete musical (bandstand), creo que es victoriano del año 1887.
Tenemos nuestro primer encuentro con Joyce
en la ciudad, su busto en uno de los paseos laterales. Joyce es un referente continúo en la ciudad, para hacerse una fotografía con él, en los alrededores de O'Connell St, y para conocer su obra literaria, tanto el Dublin Writers Museum Museum como el James Joyce Cultural Centre.
En el parque hay una buena e interesante colección de estatuas y monumentos conmemorativos, está muy bien cuidado y resulta muy agradable, en días soleados un buen lugar
para pasear y disfrutar en él, en medio de la ciudad y sin ruidos a pesar de esta localización.
Entre las estatuas no podía faltar una dedicada a Robert Emmet, uno de los primeros nacionalistas irlandeses.
Y otro a Jeremiah O'Donovan, uno de los fundadores del movimiento Fenian.
En la esquina del parque que da a Merrion Row se encuentra la impresionante escultura Famine, un recuerdo visual tremendamente doloroso de la Gran Hambruna de Irlanda, obra de Edward Delaney. En su parte contraria, ya en el exterior del parque se levanta el monumento del mismo artista en honor del dirigente nacionalista del siglo XVIII Wolfe Tone.
Un grupo de música irlandés toma el nombre del líder nacionalista, Wolfe Tones, componiendo canciones protestas, versionando himnos patriotas nacionalistas o versionando de otros autores (en ocasiones tanto las de este grupo como de otros son fuertemente violentas).
En una de las entradas del parque, la que
da a la calle comercial, Grafton St, el Fusilier's
Arch, dedicado a los fusileros dublineses que murieron en la guerra de los
Boers, de 1899 a 1902 (y es que como perteneciente a Inglaterra los irlandeses
han estado en todas las guerras aparte de en la suya propia).
En la foto superior el edificio de cristal
a la izquierda es un bonito centro comercial, St Stephen's Green Shopping Center, una construcción moderna
que recuerda a las galerías de hierro y cristal que se construyeron en Europa durante el siglo XIX; el centro lo visitaremos más adelante en este relato.
El paseo por el parque no ha sido completo, nos dejamos muchos senderos por recorrer, muchos lugares por descubrir y fotografiar, pero Dublín, e Irlanda, nos esperan de nuevo (eso espero).
Un mapa del coqueto parque:
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