Downtown
Las Vegas
Nuestro último paseo por The Strip lo realizamos a pie y en taxi, desde el Circus Circus hacia el norte, lo primero es una
gran tienda, que de noche es un derroche de luz, tanto que algunas bombillas
están fundidas. No llegamos a entrar pero podría haber estado curioso, que no
interesante.
Sin algunas luces también
está un hotel cercano, que recuerda a los tiempos de creación de Las Vegas en
su diseño, que en su momento seguro que resultó futurista.
Finalmente,
Stratosphere Tower, torre de 350 m de altura.
Cuenta con un
mirador, para el que se sacan los tickets (20$) por internet o en unas máquinas
dentro de la torre, y luego se hace una gran cola para subir.
En el interior más de
lo mismo: tiendas, casino, restaurantes o similares y hotel.
Si hemos subido lógicamente ha sido por las vistas, de una
ciudad que a pie no nos parece bella, y desde las alturas tampoco, nos resulta caótica,
extraña, y hasta algo feucha. Un piso más abajo del mirador hay un restaurante
giratorio, al que tanteé para hacer una reserva, pero como el tiempo del que
disponíamos para visitar la ciudad era un poco justo, no quería que este viaje
fuera una carrera total de punta a punta por la ciudad, mejor hacerlo a nuestro
aire y perdernos experiencias, como las atracciones que coronan esta torre, de las que también pasamos (puestos a elegir, me quedo con la experiencia gastronómica como opción, aunque no resulte plenamente satisfactoria).
The Strip, con
algunos de sus emblemáticos hoteles-casino, aunque desde aquí y todavía sin iluminación la ciudad no gana puntos para nosotros.
Lo que nos llama la
atención son los solares vacíos y esa ciudad tan alejada de las luces donde vive la población, que por
supuesto no hemos conocido.
Al fondo, las
montañas, esto ya nos gusta más.
A partir de la torre, South Las Vegas Boulevard, que ya no recibe el nombre de The Strip, deja de tener la alta concentración de
hoteles y casinos, pasando más a aparecer tiendas, moteles, restaurantes,
autoservicios y sobre todo, capillas para casarse rápido y sin pensar, aunque en algunas es preferible hacer una reserva si es la que se desea.
También negocios
clásicos relacionados con la ciudad y el juego, en uno de ellos -un prostíbulo- fue encontrado Lamar Odom -ex jugador de baloncesto y ex de una Kardashian- en estado de coma.
Llegamos hasta el Downtown de Las Vegas, que tiene su propio cartel de bienvenida.
Y más capillas, esta es una
de las más famosas en Las Vegas, por la que ha pasado algún que otro famoso.
Otra en la que te
casa el mismísimo Elvis.
En taxi pasamos junto
a una de las casas de empeño de la ciudad, una de las más utilizadas, que
pertenece a una cadena que tuvo (no sé si sigue vigente) su propio programa de televisión; por una
tienda que parecía interesante de souvenirs sobre las Vegas; más moteles; y por
supuesto por más capillas, aquí casarse es un negocio completo. Llegamos a
Freemont St, en el Downtown.
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