Un paseo rápido y variopinto
Salimos de Trinity Church, una auténtica sorpresa decorativa, y desde Clarendon St tenemos una parcial pero buena visión de la torre del edificio The Newbry, construido en 1940 en estilo art déco como sede de la New England Mutual Life Insurance Company , que en la actualidad alberga oficinas y tiendas en su planta baja.
Desde Copley Square subimos por Clarendon St, y desde la esquina con Newbury St (no sobra la "u" ni le falta al nombre del edificio anterior; ambas se escriben así) tenemos la visión de dos torres de iglesia. De momento caminamos por Clarendon St hasta llegar a la First Baptist Church, la primera obra importante de Henry Robson Richardson, el arquitecto de Trinity Church, construida en 1872 en estilo románico. Cuatro años después de la construcción de la iglesia, la comunidad unitaria que la habitaba se disolvió al no poder hacer frente a los gastos. La iglesia permaneció cerrada hasta 1881, año en que la ocuparon los primeros baptistas de South End.
Richardson se inspiró en los campanarios italianos para su construcción, tratándose de una torre cuadrangular coronado por un friso ornamental. Es la imagen más romántica de Boston para nuestros ojos, la torre cubierta por la enredadera.
Bartholdi, escultor de la Estatua de la Libertad de NY, diseñó el friso en París, que se esculpió aquí por artesanos italianos, con las caras de destacados bostonianos de la época representando los sacramentos, entre ellos Henry Wadsworth, Longfellow y Waldo Emerson. Los ángeles con trompetas de las esquinas le valieron al edificio su apodo de iglesia de los santos lanzajudías.
Desafortunadamente sus puertas estaban cerradas y nos quedamos sin conocer su interior, del que tampoco teníamos ningún dato, pero su aspecto externo ya nos había conquistado.
Salimos a Commonwealth Avenue, una avenida arbolada que desde Massachusetts Avenue llega hasta Boston Public Garden. Fue diseñada por Arthur Gilman inspirándose en los elegantes bulevares parisinos y tiene un ancho total de 61 m. No cruzamos al paseo ajardinado porque ya vamos mirando el reloj y lo que queremos es no tener que ir cruzando continuamente, y desde que pusimos un pie en esta ciudad (a pesar de los pesares aéreos) ya tenemos en mente volver para disfrutarla con más calma, y esta avenida tendrá su segunda oportunidad.
Giramos por Berkeley St, donde se encuentra Church of the Covenant, construida en 1865 en estilo neogótico por Richard M.Upjohn, hijo de Richard Upjohn -autor de la Abiel Smith School en Boston y sobre todo de la Trinity Church de Wall St en NY, además de otras iglesias en esta ciudad, algunas de las cuales tenemos la fortuna de haber visitado-.
Salimos a Commonwealth Avenue, una avenida arbolada que desde Massachusetts Avenue llega hasta Boston Public Garden. Fue diseñada por Arthur Gilman inspirándose en los elegantes bulevares parisinos y tiene un ancho total de 61 m. No cruzamos al paseo ajardinado porque ya vamos mirando el reloj y lo que queremos es no tener que ir cruzando continuamente, y desde que pusimos un pie en esta ciudad (a pesar de los pesares aéreos) ya tenemos en mente volver para disfrutarla con más calma, y esta avenida tendrá su segunda oportunidad.
Giramos por Berkeley St, donde se encuentra Church of the Covenant, construida en 1865 en estilo neogótico por Richard M.Upjohn, hijo de Richard Upjohn -autor de la Abiel Smith School en Boston y sobre todo de la Trinity Church de Wall St en NY, además de otras iglesias en esta ciudad, algunas de las cuales tenemos la fortuna de haber visitado-.
Su torre mide 73 m de altura. No recuerdo la razón de no haberla visitado, si la premura del tiempo o que no se pudiera entrar a pesar de sus puertas abiertas, y fue una pena porque contiene la mayor colección mundial de vidrieras de Louis Comfort Tiffany.
Frente a la iglesia, un edificio que aloja The Gallery at the Historic Museum of Natural History, construido en 1862 en estilo francés para albergar el museo, luego fue utilizado como tienda de alta costura de Louis Boston, y tras una profunda rehabilitación y reconversión –en la que se ha incorporado un ascensor con rejilla de hierro- ha abierto como galería (tienda de decoración de lujo, no tipo Ikea precisamente), toda una reconversión.
Si girásemos por Boylston St volveríamos a Trinity Church, pero nos quedamos solo con la fachada hacia esta calle del edificio Five Hundred Boylston St, fachada que se asemeja a un gran aparato de radio. El edificio fue construido en 1989 por Phillips Johnson y John Burgee, y se ha podido ver en la serie de televisión Boston Legal.
Continuamos por Boylston St donde se encuentra el edificio The Berkeley (no confundir con Old John Hancock Building, que también recibe este nombre -¡menudo jaleo!-, construido en 1906 y que aloja oficinas.
En la esquina de Boylston St con Arlington St se sitúa Arlington St Church, construida en 1861, la primera iglesia en construirse en el nuevo terreno de Back Bay, sustentada en 999 pilotes de madera sobre la tierra de barro ganada al río Charles. Se tomó como modelo la iglesia londinense de St Martin in the Fields, en Trafalgar Square, y es el primer campanario de todos aquellos que dicen que se han copiado de esta iglesia que realmente nos lo recuerda.
La torre mide 58 m de altura y tiene 16 campanas, siendo uno de los conjuntos de campanas que todavía se tocan manualmente en Boston.
En Arlington St, frente a la iglesia, hay una entrada al Boston Public Garden, que como ya hemos paseado por él seguimos subiendo por Boylston St dejando atrás el paisaje de torres.
Pasamos junto al Emerson Colonial Theater, la sala más antigua que sigue abierta en Boston sin haber cambiado de nombre. Fue construido por Clarence H.Blackhall, que diseñó 14 teatros en la ciudad, y abrió sus puertas el 20 de diciembre de 1900 con la representación espectacular de Ben-Hur, con un reparto de 350 actores y la puesta en escena de una carrera de cuadrigas con carros tirados por 12 caballos que giraban sobre una noria (solo de leerlo impresiona, sin palabras se quedarían los espectadores afortunados). El exterior es de un edificio normal, la puerta es algo teatral pero sin ínfulas, lo más destacable es el balcón de dos pisos que lo corona, lo importante es el interior, que no podemos entrar a conocer: el vestíbulo rococó y el auditorio.
En la esquina de Boylston St con Tremont St, Masonic Building, que alberga el Grand Lodge of Masons of Massachusetts. El edificio se construyó en 1899 en sustitución de otro anterior que fue destruido por un incendio. Los símbolos en mosaico atestiguan la logia.
Continuamos por Boylston St, cuya continuación es Essex St, y en la esquina de esta calle con Washington St sobre la fachada del edificio hay un bajorrelieve de un árbol que señala la ubicación del famoso Liberty Tree, un olmo donde se reunían los Hijos de la Libertad antes del comienzo de la Guerra de la Independencia. En agosto de 1775, cuando Boston estaba ocupada por las tropas británicas, estos talaron el árbol.
Tomamos Washington St, entrando en el Theater District, dejando a nuestra derecha Chinatown, de la que vemos calles de refilón, y hacia abajo la zona que fue conocida como Combat Zone, una zona de ocio que fue peligrosa en la década de 1960 y que se ha ido aburguesando, en la que abundaban clubes de striptease, que se han ido trasladando a los suburbios. No tenemos tiempo de perdernos por estas zonas, continuamos a paso rápido hacia el hotel.
El teatro Opera House fue construido en 1928 por Thomas Lamb y abrió como sala de cine, fecha desde la que ha recibido diferentes nombres hasta quedarse con el actual al haber sido la sede de la Opera Company de Boston desde finales de la década de 1950 hasta 1991, año en el que se cerró, y en el 2004 se terminó una remodelación, tras la cual acoge grandes musicales de Broadway y además es la sede del Boston Ballet.
Si bien de la fachada blanca de terracota no tenemos fotografías, sí que pudimos entrar al pre-vestíbulo, encontrando un mundo de esplendor teatral.
Si bien de la fachada blanca de terracota no tenemos fotografías, sí que pudimos entrar al pre-vestíbulo, encontrando un mundo de esplendor teatral.
Desde Washington St entramos un momento a West St, donde se encuentra la librería Brattle Book Shop, fundada en 1825. Aparte de las tres plantas en las que encontrar libros raros o de segunda mano, también se puede buscar y rebuscar en el callejón lateral, donde hay estanterías plagadas de artículos. Estas calles entre Washington St y Tremont St era un entramado deprimido de la ciudad conocido como Ladder District, que con el nuevo milenio comenzó a despegar con la construcción de nuevos edificios en los solares de aparcamientos y la llegada de restaurantes y bares.
Volvemos a Washington St, que pasa a ser peatonal porque entramos en el distrito comercial de Downtown Crossing, que se trazó como peatonal entre 1975 y 1978, entre las calles Washington, Winter y Summer, y que tras un periodo de decadencia está volviendo a tener protagonismo con la construcción de rascacielos y hoteles. Un ejemplo se encuentra en la esquina de Washington St con Temple St, donde un edificio se está rehabilitando como hotel boutique.
A nuestra derecha están los almacenes Macy’s, un centro comercial clásico estadounidense.
A nuestra derecha están los almacenes Macy’s, un centro comercial clásico estadounidense.
En la esquina de Washington St con Summer St se encuentra el bonito edificio de estilo Beaux Arts de los antiguos almacenes Filene’s, construido en 1912 y ampliado en 1929 por Daniel Burnham, por lo que también recibe el nombre de Burnham Building. Volvió a ampliarse en 1951 y 1973 ocupando una manzana.
En 2006 los almacenes Filene’s se fusionaron con Macy’s, con el problema de que estaban los dos edificios uno enfrente de otro. Se cerraron los edificios de Filene’s –supongo que el espacio y el coste de adecuarlos sería demasiado alto, pero un sinsentido que se quedaran con el edificio feuchón de Macy’s y no el bonito de Filene’s; una fagocitosis errónea-, y las autoridades protegieron los dos edificios más antiguos de Filene’s, siendo demolidos los otros en 2008, en cuyo solar está previsto la construcción de una torre de apartamentos y espacios comerciales.
En 2006 los almacenes Filene’s se fusionaron con Macy’s, con el problema de que estaban los dos edificios uno enfrente de otro. Se cerraron los edificios de Filene’s –supongo que el espacio y el coste de adecuarlos sería demasiado alto, pero un sinsentido que se quedaran con el edificio feuchón de Macy’s y no el bonito de Filene’s; una fagocitosis errónea-, y las autoridades protegieron los dos edificios más antiguos de Filene’s, siendo demolidos los otros en 2008, en cuyo solar está previsto la construcción de una torre de apartamentos y espacios comerciales.
Esta protección solo afecta a la fachada, con lo que el interior del bonito edificio será demolido –creo que ya lo ha sido, a la espera de un nuevo proyecto ya que el anterior se quedó sin fondos-. Meet me under the clock es la versión bostoniana de aplicación de esta frase, utilizada en una película de Vincent Minnelli protagonizada por Judy Garland y Robert Walker, The clock-, donde la pareja se citaba en el reloj del demolido Astor Hotel-. Otra versión de la frase hace referencia a los encuentros del escritor JD Salinger –autor del famoso libro El guardián entre el centeno-con el editor del The New Yorker, William Shawn, que tenían lugar bajo el reloj del vestíbulo del también demolido Biltmore Hotel de NY.
Si continuáramos por Washington St llegaríamos a Old South Meeting House pero salimos por la peatonal Winter St a Tremont St, junto a Park St Church, y en esta calle a nuestra izquierda se sitúa St Paul’s Cathedral, consagrada en 1820, siendo el segundo edificio de Boston que se construyó inspirado en la arquitectura de la Grecia clásica. El arquitecto fue Alexander Parris, presentando un pórtico de seis columnas con capiteles jónicos, y un friso algo psicodélico, ya que el proyectado con San Pablo predicando ante el rey Herodes Agripa no pudo realizarse debido al alto coste.
Subimos por Tremont St hasta School St, junto a King's Chapel. Antes de entrar al hotel para esperar a nuestro transporte, hacemos una última parada en el pub Carrie Nation para tomar unas bebidas ganadas por el paseo, tras lo que ya estamos dispuestos (aunque no contentos) para emprender el vuelo de vuelta a Madrid.
Boston es una ciudad muy coqueta, en la que te sientes muy a gusto paseando por sus calles y parques, aunque en ocasiones te da la sensación de estar en un decorado sin fin de película o incluso en una especie de parque de atracciones histórico, que le resta parte de su encanto, porque aún siendo edificios reales terminan pareciendo de cartón piedra. Algunos edificios históricos nos han dejado un sabor agridulce, como si estuvieran desaprovechados en sus usos y con ello perdiendo su esencia.
Personalmente quiero volver a pasar más días en la ciudad, visitar lugares por los que ya hemos pasado, visitar aquellos que no hemos podido, y aunque es una idea no compartida, me gustaría venir en invierno, cuando la nieve llega hasta las rodillas, aunque por lógica no me gustaría quedarme incomunicada en el hotel, pero creo que algunas calles con nieve tendrán una imagen de postal dickensiana.
Boston es una ciudad muy coqueta, en la que te sientes muy a gusto paseando por sus calles y parques, aunque en ocasiones te da la sensación de estar en un decorado sin fin de película o incluso en una especie de parque de atracciones histórico, que le resta parte de su encanto, porque aún siendo edificios reales terminan pareciendo de cartón piedra. Algunos edificios históricos nos han dejado un sabor agridulce, como si estuvieran desaprovechados en sus usos y con ello perdiendo su esencia.
Personalmente quiero volver a pasar más días en la ciudad, visitar lugares por los que ya hemos pasado, visitar aquellos que no hemos podido, y aunque es una idea no compartida, me gustaría venir en invierno, cuando la nieve llega hasta las rodillas, aunque por lógica no me gustaría quedarme incomunicada en el hotel, pero creo que algunas calles con nieve tendrán una imagen de postal dickensiana.
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