Un decorado de película
Desde Old South Meeting House volvemos hacia atrás por Washington St, donde encontramos a la izquierda la entrada al Pi Alley, la entrada ancha y moderna, ya que por el otro lado tiene la entrada más estrecha, un callejón del que me esperaba algo más y es más bien sosito (en New York y Londres hay callejones con mucho más encanto, que no siempre quiere decir bellos, aunque cierto es que no entramos en él por completo y a lo mejor nos perdimos ese encanto). El origen del nombre es incierto, podría ser pi por los vertidos de las editoriales de los periódicos de la zona, aunque también podría ser que su nombre fuera pie, por los pasteles de carne y taza de café que se vendían por 5 centavos.
Más adelante, en la esquina de Washington St con State St, se encuentra la Old State House, que por supuesto forma parte del Freedom Trail. Es el edificio público más antiguo de Boston, levantado sobre el lugar que ocupó el primer Town House construido en 1657 y que se destruyó durante un incendio en 1711.
Old State House, de estilo georgiano, fue la sede del gobierno colonial británico entre 1713 y 1776, y fue el centro de toda la vida y el debate político en Boston hasta 1798, fecha en la que la asamblea legislativa de Massachusetts tomó posesión del edificio que se construyó como nueva casa de gobierno en Beacon Hill, Massachusetts State House. Desde entonces se ha destinado a diversas funciones, entre ellas mercado, bolsa mercantil, logia masónica y ayuntamiento de 1830 a 1841.
En 1879 un grupo de ciudadanos decididos formaron el Boston Antiquarium Club para preservar el edificio, y dos años más tarde se reorganizó en la Bostonian Society, con la que comenzó a operar en el edificio un museo.
En
la fachada oeste hay un águila de oro, símbolo por antonomasia de
Estados Unidos; y un blasón en la que figura la pertenencia de Boston a la
primera colonia de la bahía de Massachusetts, en cuyo centro se
representa un nativo americano.
La torre es un ejemplo de arquitectura de estilo colonial.
Primero damos la vuelta al edificio para verlo por todos sus lados. Las bodegas han sido sorprendentemente ocupadas por la estación de metro, elemento que nos llamó poderosamente la atención, y que por eso entramos desde aquí a tomarlo al día siguiente (es la puerta que se ve abierta en la fachada lateral).
El edificio se encuentra rodeado de edificios altos, lo que le hace empequeñecer aunque el solo se engrandece.
La fachada este ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del tiempo.
Desde el balcón se leyó la Declaración de Independencia el 18 de julio de 1776. En 1830 se añadieron dos gradas amplias de balconada, pero posteriormente fueron retiradas y se volvió al balcón original.
El reloj data de 1820, pero fue retirado en 1957 para colocar la réplica de un reloj de sol del siglo XVIII, aunque luego se volvió a colocar el decimonónico (al final siempre vuelven al origen).
El león y el unicornio que decoran esta fachada este son símbolos reales británicos, que fueron destruidos en 1776 cuando llegó la noticia de la Declaración de Independencia, aunque posteriormente volvieron a realizarse y colocarse (otra vez con las colocaciones originales).
En la acera, junto a esta fachada este, hay un círculo de adoquines que marca el lugar de la Matanza de Boston (Boston Massacre Site), hecho que fue junto a la Boston Tea Party uno de los detonantes de la Guerra de Independencia. El 5 de marzo de 1770 un grupo de colonos algo descontrolados y furiosos por los tributos provocaron a los oficiales británicos con insultos, piedras y bolas de nieve, a lo que respondieron los soldados abriendo fuego, con el resultado de cinco colonos muertos (en el cementerio Old Burying Ground junto a Park Street Church hay una lápida y tumba conjunta de estos colonos).
La visita comienza por adquirir los tickets (10 $), y con ello nuestras nuevas identidades, dos ciudadanos de Boston durante la Revolución: Benjamin Edes, periodista y partidario de la Independencia; y Elizabeth Montgomery, esposa de un oficial británico (no me gusta el papel que me ha tocado, creo que hubiera estado de parte de los Hijos de la Libertad, aunque como en toda obra tiene que haber reparto de papeles).
La bonita escalera central es de caracol, fue añadida en 1830 y es una de las pocas de este tipo que se conservan en Estados Unidos.
Se puede ver un mapa de Boston de 1769, con lo que se puede ver el desarrollo que ha tenido la ciudad hasta el momento actual, mapa que ahora puedo ver a diario ya que es mi alfombrilla de ratón (de momento).
Fotografías del edificio a lo largo de los años, con los añadidos que luego se quitaron para volver al origen, incluyendo la construcción de la estación de metro.
La visita es algo caótica y anárquica, con exceso de gente pululando, y en muchos de los salones visitas guiadas en los que guías vestidos al uso del siglo XVIII cuentan la historia. Creo que está orientado principalmente a los niños, a que conozcan la historia de la ciudad y del país, y de alguna manera incluso a la formación de futuros patriotas.
La Cámara del Consejo (Council Chamber) antes fue el despacho del gobernador británico, y desde 1780 del primer gobernador de Massachusetts, John Hancock. En esta sala se han producido acontecimientos decisivos, entre ellos muchos discursos vehementes de patriotas contra la corona británica y sus impuestos. En 1761 James Otis pronunció un discurso contra las Writs of Assistence y con él comenzó el germen de la independencia.
Además en esta sala se exhiben diversos objetos de vida cotidiana durante el período del Boston colonial e independiente.
El té está servido, esa bebida objeto de la discordia por sus impuestos.
No falta el escudo real británico con el león y el unicornio, animales fuera, animales dentro.
La sala que albergaba la Asamblea de Massachusetts (Representatives Hall), el primer cuerpo legislativo de las colonias que llamó a la unidad nacional, expone diversos objetos relacionados con la Guerra de Independencia, como un mosquete utilizado en la batalla de Bunker Hill, y en ella uno de los guías estaba realizando una intervención. En 1766 se instaló una galería de visitantes, desde la que los ciudadanos podían ver y oír las intervenciones de sus representantes, galería que no se ha conservado.
Mostrando el aspecto lúdico de la historia para niños y jóvenes hay diversas actividades con las que pasar el rato, pero no sólo ellos, también los adultos curiosos.
Posiblemente realizar la visita guiada de manos de un colono rebelde resultará instructivo, pero aparte de tener tiempo suficiente sería conveniente tener un buen nivel de inglés.
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