No es serio este cementerio
Nuevo día y mucho Boston por delante para conocer, por lo que aunque las horas nos cundan será imposible abarcar todo lo que nos queda, así que lo mejor es tomarlo con calma, ponernos las pilas y disfrutar de la ciudad, sin prisa pero sin pausa. Lo primero es desayunar, que no lo hacemos en el hotel, con un desayuno de campeones ya hemos tenido suficiente, además en los hoteles de EEUU el desayuno no está incluido en el precio, a no ser claro que se trate de un Bed & Breakfast. Hoy lo hacemos en una de esas cafeterías rápidas, que en ocasiones no son tan rápidas, que curiosamente no es un típico Starbuck's: magdalena, cookie y cafeturri.
Mientras desayunábamos han abierto las puertas de la Park Street Church, situada en la intersección de las calles Park y Tremont, frente al Boston Common, a nuestra manera vamos a seguir el Freedom Trail. La iglesia se construyó en 1810 por encargo de fieles congregacionistas (protestantes evangélicos), según un diseño del arquitecto inglés Peter Banner, que tenía grandes influencias del arquitecto inglés Christopher Wren (nombre vinculado enormemente a Londres, donde se encuentran un sinfín de sus trabajos, grandes y pequeños).
Su aguja mide 65 m, lo que la hacía divisible desde lejos, y con ella fue el edificio más alto de la ciudad durante 57 años. Las milicias estadounidenses almacenaron pólvora en el sótano de la iglesia ante el bombardeo de la Armada británica, por lo que la esquina en la que se encuentra recibe el apodo de brimstone corner.
Al ser de los primeros en entrar a la visita nos la encontramos casi vacía, y el detalle de la fotografía se encuentra a la izquierda, donde en la galería superior hay un hombre efectuando lo que parece un trabajo de desinsectación, no de simple limpieza. Los bancos distribuidos en cajas típicos de las iglesias anglicanas fueron retirados en 1983, instalándose un sistema de bancos corridos.
Las placas a ambos lados del púlpito conmemoran a los miembros de la iglesia que murieron en la Guerra Civil y en Primera Guerra Mundial.
La iglesia estuvo vinculada al movimiento antiesclavista: en 1829, William Lloyd Garrison, antiesclavista blanco, proclamó su primer discurso desde el púlpito. En 1849, Charles Summer, antiesclavista blanco, pronunció un discurso ante la Peace Society.
El 4 de julio de 1831 se cantó por primera vez My country, tis of thee, también conocida como América, por el coro de niños de la iglesia y que fue uno de los himnos nacionales. La melodía es una adaptación del himno británico God Save the Queen, con letra compuesta por Samuel Francis Smith en 1831.
El 4 de julio de 1831 se cantó por primera vez My country, tis of thee, también conocida como América, por el coro de niños de la iglesia y que fue uno de los himnos nacionales. La melodía es una adaptación del himno británico God Save the Queen, con letra compuesta por Samuel Francis Smith en 1831.
En 1893 se cantó por primera vez en un servicio dominical el himno America the beautiful, compuesta por Katharine Lee Bates en ese mismo año. Su popularidad aumentó tras los atentados en New York el 11 de septiembre de 2001.
En la iglesia no se puede subir a la galería superior, como ya va siendo costumbre, más cuando el hombre desinfectante está realizando su labor bombona a la espalda.
Curioso nos resulta el órgano, camuflado y distribuido en tres cajas cubiertas, dos de ellas en las galerías superiores, a ambos lados del altar, y una central, en su ubicación normal, frente al altar.
Junto a la iglesia está el Old Granary Burying Ground (entrada gratuita), cementerio que data de 1660 y que recibe el nombre del antiguo granero colonial que existía en el solar donde se ubica. Es uno de los lugares de enterramiento más antiguo de la ciudad -junto al de King's Chapel y al Copp's Hill Burying Ground-, donde se enterraron puritanos, anglicanos, católicos, ingleses, franceses... Su creación se debió a la superpoblación del cementerio del cercano cementerio de King's Chapel, y por ello recibió el apelativo de nuevo en su momento, adjetivo que luego pasó a ser viejo.
Por la afluencia de visitantes entre las tumbas más parece un parque que un cementerio, pero es que sus moradores son muy importantes en la historia de Boston y de EEUU, con lo que es normal que estemos aquí.
La disposición actual de las lápidas es producto de una remodelación, ya que son pocas –si es que hay alguna- que señale el verdadero emplazamiento de la tumba de la persona que señala.
Hay unas 8.000 personas enterradas en unas 2.300 tumbas, y es que debido al alto coste de los enterramientos no había una por familia sino que era normal compartir las tumbas entre familias diferentes, pudiendo alojar cada una 20 cuerpos (¡menuda fiesta!).
Hay unas 8.000 personas enterradas en unas 2.300 tumbas, y es que debido al alto coste de los enterramientos no había una por familia sino que era normal compartir las tumbas entre familias diferentes, pudiendo alojar cada una 20 cuerpos (¡menuda fiesta!).
La visita puede ser tan corta o tan larga como se quiera, dependiendo de las ganas de conocer la historia y de ver la lápida de personas relevantes en la historia de Boston (aunque ya sabemos que lo único cierto será la lápida, no su morador) y en la independencia de EEUU. En el cementerio hay varios paneles informativos, que nos cuentan su historia y nos señalan las lápidas.
Se encuentra Samuel Adams, uno de los Hijos de la Libertad, que firmó la declaración de independencia y que fue gobernador de Massachusetts. Junto a él yace su esposa.
Se encuentra Samuel Adams, uno de los Hijos de la Libertad, que firmó la declaración de independencia y que fue gobernador de Massachusetts. Junto a él yace su esposa.
La lápida y supuestamente tumba conjunta de seis de las víctimas de la Matanza de Boston del 5 de marzo de 1770, frente a la Old State House, incluyendo al niño de 12 años Christopher Snyder, que falleció once días antes por el disparo que recibió en el estómago durante una revuelta frente a la casa y tienda de Ebenezer Richardson, simpatizante británico y agente de aduanas, al que arrojaban bolas de nieve.
Al igual que vimos en los cementerios londinenses de Hampstead, West Highgate y East Highgate, en las lápidas calaveras aladas o con las tibias cruzadas y ángeles.
Casi en el centro del cementerio se encuentra la tumba de los padres de Franklin, un gran obelisco, aunque Benjamin no está enterrado aquí sino en Philadelphia.
También está enterrado Paul Revere, que realizó una legendaria cabalgata para avisar de la llegada de los británicos. Junto a la pequeña tumba –cuidado con las lápidas de más Revere que hay en el cementerio que llevan a confusión- una pequeña columna en homenaje, y así no hay dudas. A pesar de su proeza, casi se le negó el honor de ser enterrado aquí, ya que cuando murió en 1818, el cementerio estaba técnicamente lleno, pero finalmente la ciudad hizo una excepción con él.
Peter Faneuil no tiene una simple lápida, es una tumba en condiciones. Faneuil era un comerciante de origen francés, incluyendo el comercio de esclavos, un filántropo que donó el Faneuil Hall a la ciudad de Boston.
Otro obelisco señala la tumba de John Hancok, comerciante y patriota que firmó la Declaración de Independencia, primer gobernador electo que donó el terreno donde se tenía su granja para la construcción de la Massachusetts State House. Posiblemente no se encuentren aquí sus restos, ya que la noche que fue enterrado en 1793, unos ladrones de tumbas le cortaron la mano con la que había firmado la Declaración, y posteriormente, sus restos desaparecieron en el trascurso de unas obras que se efectuaron en el cementerio en el siglo XIX.
Por último, aunque se podría hacer un trabajo exhaustivo de los moradores de este cementerio, mencionar la tumba de James Otis, abogado y patriota que participó en el movimiento de la Revolución Americana contra las leyes inglesas, y ferviente abolicionista.
Con este pequeño recorrido salimos del cementerio.
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