¡Que vienen los patitos!
Separado del parque Boston Common por Charles St hay otro parque, Boston Public
Garden, algo más pequeño, ya que ocupa 10 ha ganadas al río Charles
hacia 1830, ideándose varios planes paisajísticos hasta que en 189 se
eligió uno de trazado inglés.
El lago es cruzado por un puente, de nombre sin complicaciones, Lagoon Bridge, puente muy transitado
durante nuestra visita (afortunadamente se libra del mal de los candados
del amor… todavía).
En el lago abundan los patos y algunos cisnes.
También es surcado por cisnes artificiales, barcas con la forma de estos
animales, supuestamente inspiradas en la obra Löbengrin de Wagner;
aunque parece que no era hora de pasear porque estaban todos amarrados.
Hay otras esculturas honoríficas, de personajes
desconocidos para nuestros oídos, pero relacionados con la historia de
la ciudad y del país, como el George Robert White Memorial o Angel of
the Waters, erigido por Daniel Chester French en honor al filántropo que
donó a organizaciones caritativas y que además fue el presidente de la
empresa que elaboró un jabón antibacteriano.
No buscamos ninguna escultura o monumento más aunque alguno nos encontramos porque era difícil no hacerlo, pero de ellos hay que mencionar la simpática escultura Duckling Sculpture, obra de
Nancy Schön de 1987, inspirada en el cuento ilustrado infantil de Robert
McCloskey, Make way for ducklings (traducido como Abran paso a los
patitos), de 1941, que popularizó Public Garden a nivel internacional ya
que cuenta la historia de dos ánades reales que deciden criar a su
familia en una isla del lago.
Mamá pata y sus ochos patitos.
Mamá pata y sus ochos patitos.
Que parece que hubieran cobrado vida y multiplicado.
Sin lugar a dudas, merece la pena los paseos de verde y hasta de tranquilidad que ofrecen estos dos parques contiguos a pesar de lo concurridos que están.
Desde
el Public Garden salimos a Beacon St, la calle donde se construyeron
las mansiones más elegantes, principalmente en estilo federal.
Buscamos
la foto turística (lo que es hacer la turistada), aunque sea una foto semifalsa, en el número 84 de la
calle se puede ver el exterior del pub Cheers, de la divertida serie
del mismo nombre, que si bien es cierto que este es el exterior que se
utilizó en el rodaje, para el interior se utilizó un set decorado, por lo que nos evitamos entrar a
curiosear (no hacemos la turistada completa) al tiempo que evitamos pagar por ello... aunque una refrescante cerveza siempre viene bien (de esto sabe mucho Norm, uno de los personajes de la serie).
Beacon St
aparte de por su arquitectura destaca por su cercanía al Public Garden y
al Boston Common, por lo que eran y son viviendas codiciadas, eso sí,
para el que pueda pagarlas.
Muchas de estas
mansiones en la actualidad están ocupadas por organismos oficiales, como la casa de
William Hickling Prescott, en el número 55, que es visitable, y donde se
pueden descubrir las salas decoradas al estilo federal, victoriano y
neocolonial.
Lo que no hacemos es entrar por las calles que parten de Beacon St, hacia Beacon Hill, porque esperamos poder dar este paseo en otra ocasión. En la fotografía, Spruce St.
En
el número 45, la American Meteorological Society, que se aloja en la última y más
espléndida casa de Harrison Gray Otis -3rd Harrison Otis Gray House-,
construida por el arquitecto Charles Bulfinch; nombres ambos que nos iremos
encontrando por la ciudad. Harrison Gray Otis fue uno de los
constructores de Beacon Hill y el tercer alcalde de la ciudad.
En la esquina con Joy St, un edificio de viviendas de forma sinuosa.
En
el número 33, Parkman House, donde vivió el doctor George Parkman,
asesinado en 1849 por el doctor John Webster, profesor de Harvard y
camarada socialista. La sociedad de Boston quedó impresionada por el
crimen y por la condena a la horca del asesino. Es la casa situada en el
medio.
Por las calles de Boston circula el Duck
Tour, un autobús turístico que incluye un paseo por el río Charles (creo que esta es la parte de la ruta más divertida);
estos transportes están de moda, los hemos visto en Londres, Montréal, y ahora en Boston.
Lo
mejor para realizar las fotografías de las casas es pasear junto al
Public Garden y al Boston Common, si no es necesario ir viendo los
números, cosa que no hicimos porque nos queríamos asegurar las
residencias que veíamos, y no era cuestión de estar cruzando
continuamente y de mala manera.
Continuamos por Beacon St pasando junto a Massachusetts State House, hasta llegar al hotel. Yo estoy muy cansada, el madrugón y los nervios del vuelo me pasan factura, con lo que no creo que pueda darme una ducha, recuperarme y salir a cenar, así que compramos unos sándwiches y algo de fruta en un deli para cenar en la habitación, hoy nos hemos ganado dormir a pleno ronquido.
Continuamos por Beacon St pasando junto a Massachusetts State House, hasta llegar al hotel. Yo estoy muy cansada, el madrugón y los nervios del vuelo me pasan factura, con lo que no creo que pueda darme una ducha, recuperarme y salir a cenar, así que compramos unos sándwiches y algo de fruta en un deli para cenar en la habitación, hoy nos hemos ganado dormir a pleno ronquido.
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