Animación callejera
Desde el centro comercial Eaton Centre, giramos por Yonge St, calle vertical que separa las calles horizontales en este y oeste, y que en el siglo XIX dividía la ciudad étnicamente. Esta calle era el centro comercial de la ciudad, pero este centro con la construcción del City Hall, el nuevo ayuntamiento, se trasladó a Queen St West. En el día de nuestro paseo la calle estaba cortada al tráfico y era peatonal, y sin ser un gran hervidero de gente, sí que había movimiento humano.
En Yonge St se encuentra el Elgin and Winter Garden Theatre Centre (¡Cuánto nombre por Dios!), el último teatro doble que sigue en funcionamiento en todo el mundo (por lo menos eso es lo que publicitan), y es doble no porque tenga dos alturas, que esto no tiene nada de especial, sino porque tiene dos salas en las que se representan diferentes funciones; la inferior, Elgin, fue transformada en sala de cine en la década de 1920, y la superior, Winter Garden, es la más bonita y espectacular en decoración. Ambas han sido recientemente restauradas ya que de nuevo afortunadamente, como con el Old City Hall, se salvó el teatro de la demolición en 1981 gracias a la Ontario Heritage Foundation (en esta ciudad los desmanes urbanísticos contra la arquitectura pasada parecen estar a la orden del día).
Algo más adelante en Yonge St, uno de esos edificios antiguos que sí será demolido para construir un rascacielos de viviendas, de lujo por supuesto (al menos podrían dejar la fachada con tímpano y columnata a modo de recuerdo).
Separado del edificio anterior por un pasaje arbolado, otro edificio que es muy parecido arquitectónicamente, en estilo neoclásico, pero parece que en mejor estado y en uso por una oficina bancaria.
A nuestra izquierda, una de las dos torres del Eaton Centre, aunque estas torres no se usan como centro comercia, albergan oficinas.
La primera parte de la calle Yonge está ocupada por tenderetes relacionados con la forma física, en los que junto a la publicidad se escucha música machacona, con la que se pueden realizar ejercicios siguiendo a monitores dicharacheros, y algunos se animan, aunque suelen ser los más pequeños y pocos adultos.
Continuamos por Yonge St, al fondo a la derechan se puede ver el Image Arts Building, y a la izquierda, la imponente torre del Aura at College Park.
Continuamos por Yonge St, al fondo a la derechan se puede ver el Image Arts Building, y a la izquierda, la imponente torre del Aura at College Park.
Llegamos hasta la animada musicalmente (demasiado atronador el sonido o demasiado cansados nuestros oídos y cuerpos) Dundas Square, uno de los espacios públicos nuevos en la ciudad, que cuenta con un escenario de conciertos al aire libre.
Dundas Square es como un Times Square neoyorkino a pequeña escala, con multitud de anuncios y pantallas –por la noche tiene que ser interesante pero no nos acercamos, el cansancio nos pasó factura-.
En la plaza un puesto de comida que ya no nos sorprende ver por el mundo con su producto típicamente español y castizo, I love churros, pero más en invierno.
Giramos por Dundas St West para luego hacerlo por Bay St y desde esta calle acceder a la recóndita Trinity Square por un callejón donde hay una curiosa fuente concebida como una cascada, que aporta frescor a la zona, tanto por el agua como por la vegetación.
En la plaza se encuentra la bonita Church of the Holy Trinity, iglesia anglicana construida en estilo Tudor en 1847 por el arquitecto Henry Bowler Lane gracias a una donación del terreno de John Simcoe Macaulay, y de una donación monetaria de Mary Lambert Swale, nacida en Yorkshire (Inglaterra), que estipuló que los asientos fueran libres y que no pudieran ser reservados. Las dos torres se podían ver en toda la ciudad, por lo que eran una referencia, ahora estas torres han sido superadas y tapadas por un sinfín de rascacielos.
La entrada principal está cerrada pero afortunadamente está abierta la lateral.
Su interior nos parece magnífico, utilizando mucha madera, como es habitual en las iglesias anglicanas, y con coloridas vidrieras. Su uso parece que ya no es como iglesia propiamente sino como centro social, con enfásis contra la exclusión en la sociedad ya sea por raza u otras causas y a favor de la diversidad como elemento cultural positivo, con carteles reivindicativos o la bandera arcoíris de la comunidad homosexual.
Algo que nos llama la atención, en contraposición a las ciudades ya visitadas, Montréal, Québec y Ottawa, es que de repente en Toronto si vemos gente sin hogar, mendigos, gente con vidas y miradas perdidas, y la verdad es que no son pocos, por lo que sí bien es cierto que la ciudad parece próspera en general, también parece tener una desigualdad profunda.
En el cruce de Bay St con Elm St se encuentra el Sick Kids Hospital, un edificio de cristal con un bonito frente curvo y saliente, en arquitectura actual Toronto nos está sorprendiendo gratamente, aunque no sabemos qué edificio fue el sacrificado para construir este hospital (aunque el uso y localización le da un plus positivo).
En el cruce de Bay St con Elm St se encuentra el Sick Kids Hospital, un edificio de cristal con un bonito frente curvo y saliente, en arquitectura actual Toronto nos está sorprendiendo gratamente, aunque no sabemos qué edificio fue el sacrificado para construir este hospital (aunque el uso y localización le da un plus positivo).
Continuamos por Bay St hasta su cruce con Gerard St, por la que volvemos a girar, ya que aquí se alza tremendamente altivo el rascacielos Aura at College Park, de 272 m de altura, que será el edificio residencial más alto de Canadá (aunque su uso será mixto), cuya construcción parecía estar a punto de finalizar.
Salimos nuevamente a Yonge St.
Llegamos hasta el Image Arts Building, que se está terminando de construir, cuya fachada acristalada, cristales sobre los que hay formas blancas que con el reflejo de la luz solar produce la sensación a lo lejos de estar cubierta por cristales de Swarowsky. El edificio forma parte de la Ryerson University.
Hemos vuelto a Dundas Square, desde la que salimos a Bond St, donde se encuentra Mckenzie House, casa de estilo georgiana construida en 1858 que fue la última residencia de William Lyon Mackenzie, nacido en Escocia fue el primer alcalde de Toronto y líder de la rebelión de 1837 del Alto Canadá, tras la cual tuvo que exiliarse a los Estados Unidos, volviendo en 1849 tras ser liberado de sus cargos. La casa fue un regalo de la comunidad en agradecimiento por sus esfuerzos para reformar el sistema político del país. Hoy alberga un museo donde conocer la vida en la ciudad a mediados del siglo XIX.
Continuamos caminando por Bond St hacia el sur y nos encontramos con un complejo de edificios de St Michael’s: escuelas, hospital y la catedral, construida en 1848, catedral que no pudimos visitar porque estaba siendo sometida a reforma y restauración, así que solo tenemos fotografiada su esbelta torre.
El hospital de St Michael abrió en 1892 siendo asistido por las monjas de St Joseph, congregación que estableció la primera escuela católica de enfermería en Canadá. En 1910 el hospital se afilió con la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto, y ha sido uno de los primeros lugares en que han tenido ocasión efemérides médicas: la primera transfusión de sangre (1917), el trasplante de corazón de mayor éxito (1968), el primer trasplante de músculo realizado en Norteamérica (1973), y el primer trasplante en el mundo de un nervio ciático (1988).
A continuación de la catedral, otra iglesia, United Church, con entrada por Queen St East. La iglesia fue construida en 1872 con un diseño neogótico de Henry Langley, y en la torre hay un fantástico carillón de 54 campanas.
A continuación de la catedral, otra iglesia, United Church, con entrada por Queen St East. La iglesia fue construida en 1872 con un diseño neogótico de Henry Langley, y en la torre hay un fantástico carillón de 54 campanas.
Y a falta de la catedral de St Michael, tenemos esta iglesia abierta, así que entramos. Un amplio y diáfano interior, con el techo abovedado cubierto de madera, vidrieras coloridas, y mucha tranquilidad.
La iglesia tiene el órgano más grande de Canadá, construido en 1930 por Casavent Frères, que además es uno de los órganos más grandes del mundo, con 8.300 tubos.
Mapa del recorrido en el que hemos intentado ir barriendo manzanas, calles y lugares.
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